Párrocos de Manises
José Catalá Sanchis
" Cura Catalá "
Retor/Sacerdote
(Manises, 28.03.1849 - 08.03.1917)
" Cura Catalá "
Retor/Sacerdote
(Manises, 28.03.1849 - 08.03.1917)
Carrer del " Cura Catalá "
Fotografía tomada desde la confluencia de las calles
Monseñor Aviñó, Masía de La Cova, Blasco Ibáñez y
San Bernardo, dirección a la Plaça d'El Castell.
Fotografía tomada en Enero de 2011.
Fotografía de Manises Online.
Fotografía tomada desde la confluencia de las calles
Monseñor Aviñó, Masía de La Cova, Blasco Ibáñez y
San Bernardo, dirección a la Plaça d'El Castell.
Fotografía tomada en Enero de 2011.
Fotografía de Manises Online.
Fotografía tomada desde la calle Centro
el 24 de Octubre de 2010.
Fotografía de Manises Online.
el 24 de Octubre de 2010.
Fotografía de Manises Online.
Fotografía tomada desde la calle Las Eras,
el 24 de Octubre de 2010.
Fotografía de Manises Online.
el 24 de Octubre de 2010.
Fotografía de Manises Online.
El día 28 de Marzo de 1849, nació en esta entonces Villa de Manises, en un domicilio de la calle Mayor, que corresponde al actual nº 41.
Se le impusieron los nombres de JOSÉ SIXTO, este último en honor al santo del día de su nacimiento. Fueron sus padres Don Bautista Catalá Albenca, importante fábricante de loza, y Dª María Sanchis, siendo el séptimo hermano de una familia numerosa. Lo bautizó el Reverendo Don Vicente Vilanova, Párroco de San Juan Bautista, a quien casi sucedió en el cargo, con una diferencia de no muchos años.
De sus primeros años se sabe que se distinguió por su docilidad, y que muy pronto sintió el llamamiento divino, que le urgía para que se hiciera sacerdote. Recibió el sagrado orden del Presbiteriado por los años 1873-1876, y fue modelo de Coadjutores en Alboraya y Massanassa, en donde trabajó los primeros años de su ministerio. Previo concurso, fue nombrado Cura Párroco de Benimodo el 6 de Febrero de 1879, y a raiz de otro concurso, que también aprobó, obtuvo en propiedad la Parroquia de Siete Aguas el 19 de Mayo de 1883.
Pasados unos años, vino a Manises como Párroco el 26 de Septiembre de 1886, dónde se entregó de lleno a sus paisanos, conduciéndoles por el camino de la virtud. No perdonó sacrificio para hacer el bien; su celo incansable, su bondad y mansedumbre, y sobre todo su heróica caridad, ganando los corazones de sus queridos feligreses, que le amaban extrañablemente; son muchas las anécdotas que podrían contarse a este particular, y que corrían de boca en boca, sobre todo de los que le conocieron y trataron, pues tanto de dinero, ropas, y comida, era un continuo dar y entregarse a sus paisanos. A su muerte apenas se encontraron prendas personales, pues todo lo había dado y quería morir pobre, despegado de los bienes terrenos.
En justa correspondencia, los feligreses, que le amaban en grado sumo, y en buena prueba de ese amor que los hijos profesaban a tan buen padre, se dio el día de su fallecimiento. El día 8 de Marzo de 1917, a los 68 años de edad, después de 31 años de fecundo apostolado ( solo interrumpido durante el trienio 1900-1903, en que Don José Valero le suplió como Regente ), agotado por el enorme trabajo parroquial, pasó a mejor vida, dejando una estela de santidad que todos reconocían, y una profunda herida en los corazones de todos los hijos de Manises, que amargados por la pérdida lloraban la muerte de su Pastor.
Según nos dijeron los que presenciaron el entierro, aún recordaban aquel día de lágrimas para la ciudad consternada; este entierro fue tan extraordinario, que por voluntad de todos recorrió las calles del pueblo, de forma procesional, pues todos querían rendirle un extraordinario tributo de amor y de despedida. Sus restos mortales fueron enterrados en el Panteón, dónde posteriormente se inhumaron los del Reverendo Don Nicolás David Campos.
Durante su tiempo se levantó la magnífica Capilla de la Comunión de la Parroquia de San Juan Bautista. Se doró el retablo del Altar Mayor y se consagró el Cementerio en 1913. También, bajo su rectoría fomentó mucho la Adoración Nocturna Española, en 1893. El vió marchar a sus paisanos a las guerras de Cuba y Filipinas y regresar enfermos y agotados.
El Ayuntamiento de su Ciudad natal, Manises, le dedicó una calle en lo que entonces era el ensanche, y que hoy está totalmente dentro del casco urbano.
Texto de la biografía: José María Moreno Royo, Hoja conmemorativa del 250 Aniversario de la Traslació 1751-2001. Domingo 28.01.2001.
Diseño, fotografías y presentación: Pepe Esteve Navarro-Manises Online.
Se le impusieron los nombres de JOSÉ SIXTO, este último en honor al santo del día de su nacimiento. Fueron sus padres Don Bautista Catalá Albenca, importante fábricante de loza, y Dª María Sanchis, siendo el séptimo hermano de una familia numerosa. Lo bautizó el Reverendo Don Vicente Vilanova, Párroco de San Juan Bautista, a quien casi sucedió en el cargo, con una diferencia de no muchos años.
De sus primeros años se sabe que se distinguió por su docilidad, y que muy pronto sintió el llamamiento divino, que le urgía para que se hiciera sacerdote. Recibió el sagrado orden del Presbiteriado por los años 1873-1876, y fue modelo de Coadjutores en Alboraya y Massanassa, en donde trabajó los primeros años de su ministerio. Previo concurso, fue nombrado Cura Párroco de Benimodo el 6 de Febrero de 1879, y a raiz de otro concurso, que también aprobó, obtuvo en propiedad la Parroquia de Siete Aguas el 19 de Mayo de 1883.
Pasados unos años, vino a Manises como Párroco el 26 de Septiembre de 1886, dónde se entregó de lleno a sus paisanos, conduciéndoles por el camino de la virtud. No perdonó sacrificio para hacer el bien; su celo incansable, su bondad y mansedumbre, y sobre todo su heróica caridad, ganando los corazones de sus queridos feligreses, que le amaban extrañablemente; son muchas las anécdotas que podrían contarse a este particular, y que corrían de boca en boca, sobre todo de los que le conocieron y trataron, pues tanto de dinero, ropas, y comida, era un continuo dar y entregarse a sus paisanos. A su muerte apenas se encontraron prendas personales, pues todo lo había dado y quería morir pobre, despegado de los bienes terrenos.
En justa correspondencia, los feligreses, que le amaban en grado sumo, y en buena prueba de ese amor que los hijos profesaban a tan buen padre, se dio el día de su fallecimiento. El día 8 de Marzo de 1917, a los 68 años de edad, después de 31 años de fecundo apostolado ( solo interrumpido durante el trienio 1900-1903, en que Don José Valero le suplió como Regente ), agotado por el enorme trabajo parroquial, pasó a mejor vida, dejando una estela de santidad que todos reconocían, y una profunda herida en los corazones de todos los hijos de Manises, que amargados por la pérdida lloraban la muerte de su Pastor.
Según nos dijeron los que presenciaron el entierro, aún recordaban aquel día de lágrimas para la ciudad consternada; este entierro fue tan extraordinario, que por voluntad de todos recorrió las calles del pueblo, de forma procesional, pues todos querían rendirle un extraordinario tributo de amor y de despedida. Sus restos mortales fueron enterrados en el Panteón, dónde posteriormente se inhumaron los del Reverendo Don Nicolás David Campos.
Durante su tiempo se levantó la magnífica Capilla de la Comunión de la Parroquia de San Juan Bautista. Se doró el retablo del Altar Mayor y se consagró el Cementerio en 1913. También, bajo su rectoría fomentó mucho la Adoración Nocturna Española, en 1893. El vió marchar a sus paisanos a las guerras de Cuba y Filipinas y regresar enfermos y agotados.
El Ayuntamiento de su Ciudad natal, Manises, le dedicó una calle en lo que entonces era el ensanche, y que hoy está totalmente dentro del casco urbano.
Texto de la biografía: José María Moreno Royo, Hoja conmemorativa del 250 Aniversario de la Traslació 1751-2001. Domingo 28.01.2001.
Diseño, fotografías y presentación: Pepe Esteve Navarro-Manises Online.
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