jueves, 7 de abril de 2011
VIAJAR POR EL MUNDO
Viajar por el Mundo
El que haya tenido la suerte de viajar, saliendo de su entorno habitual y recorrer otras zonas, regiones o países, posiblemente coincida conmigo que es una experiencia inigualable e impagable, ya que es una asignatura que no se aprende en la escuela ni en la universidad.
El poder conocer y respetar otras lenguas o culturas, el tener la posibilidad de mezclarte con personas ajenas a tu "habitat" normal y cotidiano, te enriquece y transforma la manera de pensar, actuar y desenvolverse en tu vida normal.
Existen varias formas de viajar, pero las más habituales -o por lo menos son las que a mí particularmente más me gustan- son las de viajar por placer o de vacaciones y viajar por trabajo.
Por mi parte las veces que he viajado son en un 80 % por trabajo, y principalmente -por mi trabajo- fuera de España.
Todos los países que he visitado me han enseñado algo y de todos he aprendido a comprender el porqué de las cosas ( de ciertas cosas ) que ocurren en todos y cada uno de ellos, y aunque sin asimilar ni aceptar la totalidad de lo que ves, si que te hace reflexionar y a mirar de otra forma otras culturas, religiones y comportamientos, y lo más importante, erradicar de mi forma de pensar a los Independentismos Excluyentes y Radicales que existen en todos los países, incluyendo España. Todo ello sin dejar de reafirmarte en lo tuyo, en lo que vives, en lo que crees, en tu Historia, en tu Cultura, en tu Lengua.
Para poder llegar a este tipo de convencimiento no es preciso viajar, pero para los que no piensan así, sí que es necesario este paseo por otras tierras, y me atrevería a decir que no de vacaciones, sino de trabajo, SOLO y con la maleta por compañero.
Era inconcebible en 1983, después de mis primeras experiencias de viaje ( casi siempre sólo ), el poder aceptar una auto-exclusión por mi forma de ser y de concebir la vida; somos diferentes en nuestros comportamientos, pero también somos parecidos en nuestras prioridades. Cuando vamos fuera ( y cuando digo fuera, es fuera de España ) los extranjeros, los extraños somos nosotros, ellos están en su casa.
Es emotivo contemplar en Dallas, la plaza donde asesinaron a John F. Kennedy, ver la nave o edificio de donde le dispararon ( supuestamente ) y visitar el monolito que la ciudad le ha dedicado como Presidente de USA, y en memoria a su magnicidio.
Es espectacular ver los rascacielos de New York, viajar en el Metro, pasearse por Central Park ( antes de las 6 de la tarde ) o subir al Empire State o la Estatua de la Libertad.
Es alarmante estar en el último piso de la Torre de Comunicaciones de Tokyo, en los lavabos, y ver como el agua en reposo, se balancea de izquierda derecha dentro del mismo. En estas fechas tan dramáticas para Japón me vienen a la memoria, en mi recorrido por varias ciudades: Osaka, Kobe, Nagoya, Mie ( Parque España ), etc. usando el tren bala, la educación, pulcritud y respeto de los ciudadanos japoneses, que observé durante todos mis viajes.
Es grandioso pasearse por Melbourne ( Australia ) en coche, en un parque -de los muchos que tiene- que es más grande que toda Manises.
Es dramático ver, en el centro de Sidney, en el año 1985, unos barracones con gente dentro, y al preguntar ¿ qué era ?, me explicaron que eran inmigrantes que habían llegado a Australia en pateras y que estaban retenidos para ser expulsados del país.
Es agobiante estar en Dubai, capital de los Emiratos Árabes, a + 50 º C. al sol, en chaqueta y corbata a las 13:00 horas, esperando un taxi que no llegó nunca, y no caerte una sola gota de sudor. Sin embargo a las 18:00 horas, salir del hotel en manga corta y vaqueros y tener que ir a cambiarte porque a los 5 minutos estabas chorreando de sudor.
Es grandioso visitar las ruinas de Petra o bañarte en las aguas del Mar Muerto en Jordania donde el tiempo no corre, se desliza, y observar sentado como se habla, se discute e incluso se insultan los soldados israelitas y jordanos, separados, sólo, por una cinta de tela en el suelo.
Es -cuanto menos chocante- que pares un taxi en Méjico D.F. y te suban 2 o 3 personas más compartiendo el mismo taxi, o que pares a uno y de diga "AHORITA VENGO" y a las 2 horas todavía estás esperando, en el mismo sitio, a que pase a por ti.
Es para quedarse helado estar a - 28 º C. en Suecia o Chicago, con los zapatos rotos ( abiertos la suela por el frío ) y caminar por los calles en un recorrido inolvidable e imborrable por lo inusual y novedoso.
Valencia puede ser la mejor tierra del mundo, pero Los Ángeles -por ejemplo- tiene nuestra misma vitalidad, clima y forma de ser que nosotros, si acaso existen muchos más famosos y conocidos que en Valencia, sin contar con el alto poder adquisitivo de la mayoría de sus habitantes.
De todos me queda un recuerdo especial, pero si tuviera que perderme, posiblemente, estaría en Méjico o Jordania, dos de los países que más me han impactado y por los que guardo un especial cariño.
Un recorrido por estos países, sus gentes, anécdotas, peligros, etc., intentaré reflejar en unos pequeños relatos, y que me ayudará a recordar los momentos buenos y malos -que de todo ha habido- durante mis 20 años viajando por el mundo.
Pepe Esteve.
Manises Online.
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