Biografies de Manisers Ilustres
Biografías de Maniseros Ilustres
(Última actualización el 11.09.2022)
JUAN
BAUTISTA BOTET ESTEVE
Manises, 8 de diciembre de 1874
Picadero de Paterna, 26.09.1936
Franciscà / Franciscano
Definidor Provincial
Religioso
franciscano de notables prendas intelectuales y morales. De
inteligencia despejada, comprensión nada vulgar y amor al estudio,
que destacó por su magisterio docente y dirección de ejercicios
espirituales a sacerdotes y religiosos.
Nació
en Manises el 8 de Diciembre de 1874, día en que la Iglesia celebra
la fiesta de la Inmaculada Concepción. Sus padres se llamaban
Vicente y Juana.
En
el seno de una familia cristiana fue creciendo en el amor y temor de
Dios. De pequeño frecuentó las escuelas nacionales.
Sintiendo
la gracia de la vocación religiosa ingresó en la orden franciscana,
que se encontraba en los primeros años de sus restauración, después
de la supresión de las órdenes religiosas realizada por el ministro
Mendizábal en 1835.
Comenzó
el noviciado en septiembre de 1890, y un año después, el día 9 del
mismo mes, emitió su profesión religiosa.
Los
estudios los realizó con gran brillantez, de modo que al hacerse
cargo de la comunidad de franciscanos del convento de Ontinyent del
Colegio La Concepción aque radicaba en el mismo pueblo, en 1893,
figura en el primer claustro de profesores. Impartió literatura.
Tenía tan solo 19 años de edad. Y Tardaría aún cinco años en
recibir la ordenación sacerdotal.
Su
gran capacidad intelectual le llevó a poseer una vasta cultura que
sabía aprovecharla en todo momento, con ventaja de sus numerosos
alumnos. Sabía y podía explicar con gran facilidad todas las
asignaturas del bachillerato, y esto comenzó a dar relieve a su
persona, y tal prestigio a su nombre, que profesores y alumnos le
consideraban como una eminencia de erudición.
El
Padre Luis Fullana Mira, al ser elegido superior provincial de
Valencia en 1907, envió a varios religiosos ampliar estudios a
diversas universidades. El padre Juan Bautista frecuentó la
universidad de Valencia donde obtuvo la licenciatura en Filosofía y
Letras, sección Historia.
Gran
parte de su vida transcurrió dedicada a la enseñanza. Los
religiosos que se preparaban al sacerdocio y asistieron a sus clases
de filosofía, siempre reconocieron el valor cultural de aquel varón
humilde y sencillo.
El
23 de Junio de 1910, teniendo treinta y seis años de edad, fue
nombrado rector del Colegio la Concepción de Ontinyent. Durante su
rectorado continuaron las obras de ampliación del edificio del
colegio que las había había iniciado el rector anterior, padre
Camilo Tomás. Se terminó la Iglesia, embelleciendo los altares
laterales con sus imágenes correspondientes.
Se
introdujo una buena mejora de orden material, de importancia suma para
el servicio de la casa: La construcción del horno con cilindro y
amasadora mecánica.
Firmada
ya por el Padre Juan Bautista Soler, como rector del colegio, existe
en el Archivo Municipal de Ontinyent, el último inventario del
material docente adquirido mediante la subvención anual prometida
por el Ayuntamiento al colegio. A partir de entonces se
desentendieron las dos entidades respecto al convenio que se hizo al
fundarse el colegio a cambio de la enseñanza gratuita que se
impartía a los hijos de las familias humildes.
En
el convento de Teruel en 1914 se estableció un internado para los
alumnos que frecuentaban el Instituto de Enseñanza Media y la
Escuela Normal de Maestros, gesto que fue muy aplaudido por todas las
clases sociales de Teruel, ya que se daba solución a la estancia en
dicha ciudad a los jóvenes procedentes de los pueblos de la
provincia.
El
padre Juan Bautista Botet fue nombrado rector de este centro. Bajo su
dirección conoció sus mejores tiempos. Mejoró el edificio,
habilitó el dormitorio, y se montaron los gabinetes de física,
historia natural, etc., para la preparación de los alumnos.
No
solo en el internado se velaba sobre los niños y se modelaba su
educación, sino que tenían además clases preparatorias para la
mejor capacitación de los alumnos. Para ello hubo necesidad de
multiplicar en el convento los religiosos profesores y así se hizo,
dotando al profesorado de personal joven.
A
ello contribuyó notablemente la experiencia y competencia del padre
Botet, que además de llevar la dirección del centro franciscano,
impartió clases en el mismo Instituto de Enseñanza Media y en el
Seminario Diocesano de Teruel.
Durante
los años 1924 – 1930 fue secretario provincial del Padre Luis
Fullana Mira, provincial de Valencia. Desde su cargo en 1928 atendió
todas las actividades que se celebraban en las bodas de oro de
restauración de la provincia franciscana de Valencia.
Al
cesar de secretario provincial pasó a ejercer de profesor en el
colegio de Ontinyent, tan familiar para él, por haber transcurrido
gran parte de su existencia.
Su
labor docente la tuvo que realizar en medio de grandes dificultades,
ya que al proclamarse la República en 1931, se pusieron serias
trabas para que los franciscanos atendieran el colegio de
bachillerato. Se constituyó una << Musa Escolar >>, al
frente de la cual figura un equipo de profesores seglares.
El
padre Juan Bautista Botet en aquellos tiempos delicados, con la
equidad y prudencia que le caracterizaba, fue un valioso sostén para
que el colegio continuase adelante.
Al
producirse en Julio de 1936 el Alzamiento Nacional, y quedar
Ontinyent, al igual que el resto de la Región Valenciana, bajo el
mando republicano, el delegado gubernativo de orden público, a
mediodía del 21 del mismo mes, dispuso que todo el personal que
residía en el colegio lo abandonase. A las 5 de tarde un silencio
impresionante envolvía todas las dependencias del colegio.
Al
disolverse la comunidad, el padre Juan Bautista Botet, que siempre
estuvo adornado por las acrisoladas virtudes de la paciencia,
ecuanimidad, prudencia, humildad, sencillez, espíritu de sacrificio
y don de gentes, y que hacía que se ganase la simpatía y el afecto
de todos los que le trataban, se dirigió a Manises.
Allí
gozaba de un gran prestigio y era querido por todos. Confiaba que
sería respetado y buscó la seguridad personal que no encontraba en
ninguna parte.
Sus
hermanas que vivían en la Plaza del Corazón de Jesús lo acogieron
con todo cariño.
Pero
el comité rojo de Manises demasiado sabía lo que valía el padre
Juan Bautista: Su inteligencia despierta y vasta cultura y la virtud
que atesoraba aquel corazón bien formado. En los primeros de Agosto
fue detenido y recluido en el Convento de Las Carmelitas Descalzas,
hoy Casa de Cultura, convertida entonces en cárcel. Allí se
encontró con el cura párroco Don Vicente Aviñó y otros
sacerdotes.
En
la cárcel tuvo que sufrir hambre, sed, sueño, impertinencias,
insultos, bofetadas y amenazas.
La
compañía de los sacerdotes, con los que hacía vida en común, le
sirvió para que se animasen unos a otros para el momento en que
tuviesen que dar el supremo testimonio de Cristo en el martirio. Y
ese momento llegó y se les presentó la ocasión de saber morir como
cristianos y como sacerdotes. Y el Padre Juan Bautista Botet también
como religioso.
Don
Vicente Aviñó, Don Ángel Nadal, Don Marcos Vilar y el Padre Juan
Bautista Botet, los cuatro hijos de Manises, fueron llevados, en la
madrugada del 26 de Septiembre de 1936, al Picadero de Paterna, donde
fueron fusilados. Antes el Cura Párroco en nombre propio y de sus
compañeros, perdonó a los que les iban a asesinar y manifestó que
morían por Cristo y por confesar su fe.
En
1939 los restos mortales del Padre Juan Bautista Botet, junto con los
demás mártires, fueron trasladados al cementerio de Manises. Y el 4
de Octubre de 1949 fueron inhumados en un sepulcro a los pies de del
altar de Sagrado Corazón de Jesús, en el tempo parroquial de San
Juan bautista de Manises.
El
Padre Juan Bautista Botet, en el momento de su muerte, era definidor
provincial de la orden franciscana. Dejaba un buen número de
escritos, donde daba a conocer su personalidad y sus actitudes de
metódico y ordenado. Entre otras obras, publicó:
Crónica
de la Asamblea Terciario-franciscana celebrada en San Lorenzo en el
año 1916, Valencia 1916.
Oración
fúnebre de Miguel de Cervantes Saavedra, terciario franciscano,
publicado en Fiestas Cervantinas en 1916.
Novenario
de sermones y panegírico de San Antonio de Padua, Madrid 1912.
Memoria
acerca de la Venerable Orden Tercera de San Francisco en los
seminarios, colegios y centros industriales, Madrid 1914.
Memoria
acerca del culto de la Virgen de los Desamparados, Valencia 1923.
Varios
artículos publicados en la <>.
El
día 30 de Enero de 1999 se introdujo la causa y apertura del
proceso de beatificación y canonización del Padre Juan Bautista
Botet Esteve, junto con otros 35 religiosos franciscanos mártires,
en una ceremonia que tuvo lugar en la Iglesia de San Lorenzo de
Valencia, presidida por el Señor Arzobispo de Valencia, Don Agustín
García-Gasco y Vicente.
Arturo
Llin Cháfer.
Testigos
de Jesucristo 1999.
El manisero, franciscano Padre Juan Bautista Botet Esteve, también fue -además- el autor de la letra del himno a Les Santes Justa i Rufina, Patronas de Manises, y aquí incluyo este domingo, 11 de septiembre de 2022, la postal que los Clavarios de Les Santes, entregaron a la salida de la Misa del 19 de Julio de este año.
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